Las alarmas cableadas a diferencia que las inalámbricas, tienen muchas ventajas, pero también algunas desventajas, el termino medio, es el que nos hará cambiar nuestra forma de pensar con respecto a la compra de un nuevo sistema de seguridad.
Las alarmas cableadas siempre han sido muy fiables, pues se comunican con la central através de un cable, aquí no hay interferencias, inhibidores, ni nada que interfiera con la comunicación. Pero si bien desde siempre han sido una de las mejores soluciones, casi siempre se han instalado para ser conectadas a una receptora de alarma, esto ocurre porque la gran mayoría (las más antiguas), enviaban las señales con un protocolo (existen varios) llamado Contact ID, que para nosotros no significa nada, pero paras las receptoras de alarmas si, ellas mediante un complicado hardware, traducían esos molestos sonidos en señales de alarma. Ahora bien, cuando un cliente decidía que ya no quería estar más pagando a esa
compañía, es cuando realmente aparecía el problema…
En primer lugar la empresa que nos instaló la alarma, ya no coge el teléfono… ha desaparecido. El segundo inconveniente que nos encontramos es que el inteligente instalador, intentando blindar su trabajo para siempre, ha puesto un código maestro de seguridad que sólo el conoce y que es el que nos permite cambiar los parámetros de nuestra alarma y decirle que no llame a la central receptora y que seamos nosotros los que recibamos esas llamadas. Pues bien, en la mayoría de los casos no se puede hacer y nos queda un bonito sistema que pita (si tienen sirena exterior) y poco más.
A todo esto, se une que hoy en día pocos domicilios y empresas disponen de línea fija de teléfono porque los costes han hecho que pasemos casi todas las instalaciones a GSM o fibra y si por casualidad tenemos dicha línea no es como la de antes, pasa a digital y las transmisiones ya no se hacen por tonos (o sí, en algunos casos), con lo que tenemos un bonito armario blanco en casa que no sabemos si reutilizarlo de botiquín en caso de Emergencia.
Son muchas las cosas que nos pueden ocurrir con estos sistemas, ojo que nosotros somos los primeros en recomendarlos. Pero uno moderno claro y deseando que les toque un instalador lo suficientemente profesional como para que les deje las claves maestras del sistema que usted religiosamente a pagado.
Llegados a esto punto, tenemos un sistema de alarma cableado y 3 posibles soluciones.
1. Uno darnos por vencidos y contratar a una nueva empresa instaladora que nos instale una alarma nueva e intente reaprovechar los sensores antiguos, pero ojo porque las mismas nos ofrecerán un contrato de mantenimiento (que por supuesto es más que recomendable, si escogemos esta opción) y posiblemente una conexión con receptora que pagaremos en una cómodo cuota, durante aproximadamente 4 años (suelen ser Renting) o pagar un sistema que nos avise a nosotros y seamos desde ese momento usuarios y responsables de la misma.Siempre, siempre que les dejen las claves maestras y los manuales de su equipo. Pues una vez abonado son ustedes los dueños de las mismas. Pero ojo que no son pocos los clientes que lo hacen, no pierdan esas claves, porque sino se verán volveremos de nuevo al principio de este artículo.
Nosotros somos instaladores y por nada queremos criticar a nuestros compañeros, que como en todos los sectores hay grandes profesionales que ofrecen su servicio y dejan claro las condiciones, ofrecen un mantenimiento, que por su puesto ellos cumplirán y si todo va bien. Será nuestra empresa de confianza. Pero existen muchos por desgracia (en todos las profesiones) que no hacen caso a la ética profesional y son casi siempre las grandes empresas ( y muchos supuestos instaladores), pero eso ya sería otro artículo que probablemente me costaría una denuncia, así que lo dejaremos en este punto ;).
2. Hacernos instaladores. Muchos clientes se arman de valor y deciden montar su nuevo sistema de alarma cableado, cogen sus herramientas y manos a la obra… Y en más o menos unos días tienen su flamante sistema instalado, más moderno y mucho más cuidadosamente montando que muchos supuestos profesionales.
Pero ahora es cuando vienen el problema, tenemos que programarlo y que todo funcione. ¡Pero no se preocupen que yo he sido siempre el que ha programado el reproductor de vídeo de casa y esto es pan comido!...
Aquí es donde nos acordamos del fabricante de nuestro nuevo sistema de seguridad. Los manuales, si tenemos la suerte de tenerlos, son como la etiqueta de un champú, escueto y poco aclaratorios. Si ya tenemos la grandísima suerte de tener el manual de instalador, ya estamos salvados, sólo nos hace falta la Piedra Rosetta para descrifarlo y es que no se equivoquen, cuando llevamos nuestro coche al taller, es porque allí tenemos a unos señores que han estudiado (en casi todos los talleres) y saben que le pasa a su coche, porque han pasado por 30 coches iguales que el suyo y claro, el primero lo pagaría caro, pero al que hace 31 ya son todo unos expertos en su modelo. Como en todos los trabajos (hemos puesto el taller de coches como ejemplo, por su puesto). Nosotros los instaladores no somos más listos que nadie, sólo que nos hemos centrado en nuestro trabajo y tras 20 alarmas como la suya algo hemos aprendido. Pero este artículo no se trata de hablar mal de nuestro sector (ni de ningún otro), como ya he comentado, tenemos la suerte de tener un gremio con grandes profesionales.
3. Se trata de dar una posible solución a su problema con el viejo sistema de alarma cableado.
La tecnología avanza rápidamente, pero no es hasta ahora que pequeñas empresas con grandes ingenieros han sido capaces de darnos una solución que realmente funciona, este es el caso del sistema de alarma Ajax (que por desgracia ya puede usted encontrarlo hasta en la pescadería), pero debemos rendirnos a los hechos, han desarrollado un producto que muchas de las grandes empresas, ni siquiera han rozado.
La semana pasada nos llamó un cliente que tenía un problema con su alarma cableada. El problema consistía en que se había gastado fortuna en su sistema de seguridad (sensores exteriores, sensores interiores, sirenas… y alarma cableada de última generación, pero, por su puesto la clave maestra que sólo el instalador conoce, la empresa que la instaló ya no existía, pero siempre hay alguien dispuesto a solucionar nuestro problema, claro está, hasta que llega ese profesional y se encuentra que la instalación es un desastre.
Entonces decide instalar un sistema más económico que sólo puede tener 8 zonas cableadas (cuando el cliente tiene 14 zonas), pero es un profesional y hace las cuentas, si pongo en serie las zonas de 14 puedo pasar a 8, no sabrán que ha saltado, si el sensor exterior o el sensor de humo, pero algo les llegará. Esto es lo que debió pensar este instalador. Pero como no sería la instalación que decidió no coger el teléfono cuando empezaron los problemas y ni siquiera ir a cobrar su trabajo. Así que nuestro cliente tras dejarse los dedos en llamadas no contestadas, decide intentar buscar un segunda empresa instaladora y se pone en contacto con nosotros. Cuando vimos parte de la instalación, no sabíamos si reír o echar a correr. Pero por suerte no es la primera que nos encontramos y cogemos aire y decidimos meternos en el infierno.
Lo primero es coger nuestro alicate de corte y volvernos locos cortanto y tirando equipos viejos (hemos retirado 3 alarmas viejas).
Después comenzamos la parte más dificil, identificar cada cable con cada sensor, porque claro está no iban a estar señalizados.
Ahora comienza en verdadero trabajo, saber que cable corresponde con que sensor, en una nave enorrrrmeeee, no es sencillo. Así que Walkie en mano, con mi compañero de fatigas de la empresa Arika Ingenieros S.L. (unos buenos profesionales), que vino a echarme una mano en esta colosal tarea. Trimbramos los cables, marcamos todo con su cinta dymo, por si viene alguien que no seamos nosotros, no se encuentre el marrón que nos hemos encontrado nosotros (no ganaremos mucho, pero nos gusta nuestro trabajo) y después de dos días días deshaciendo el desaguisado, por fin estamos en condiciones de hacer la nueva instalación.
Tras muchas pruebas, conseguimos aislar las zonas y comenzamos a instalar el módulo "Multitransmisor vía radio de Ajax" que nos permite conectar hasta 18 zonas, alimentando las mismas con una batería de respaldo de 12v/7A, el módulo no tienen complicación alguna, luego se configuran las zonas y una vez vinculado a su nueva y flamante alarma Ajax, el cliente dispone de su sistema, aprovecha sus anteriores sensores y cuando necesite ampliar, sólo tendrá que dar de alta en su aplicación, el nuevo sensor, configurarlo e instalarlo en su ubicación, contando para ello con nosotros por la seguridad que nuestra empresa le ha podido generar con su servicio, o simplemente, comprando los sensores y dándoles de alta ellos mismos. Por su puesto con todas sus claves de acceso y administación, pues es su sistema y no el nuestro.